Quiero encontrarme contigo recostarme contigo. Nada más.
también quiero imaginarte impulsivo y fogoso como el sol del Este
y algo más
escuchar el golpeteo encabritado del corazón en tu pecho. Ya está.
un poco más zarandear mis labios húmedos sobre los tuyos
y acaso
atarme a la lazada de la mirada de tus ojos. Suficiente.
también me antoja envolverme en la parábola de tu aliento
y de este modo
delinear el lunar atrevido de tu mejilla. Es todo.
quiero enredar mis dedos en el torbellino de tus manos
y al mismo tiempo
unir mis gemidos a los tuyos. Solo eso.
aprisionar la huella del anochecer en los cabellos
y así
aventurar y turbar mis deseos en tu vientre.
No hay tiempo que perder
afuera solo queda el mundo
y el corazón de la tierra.
María Cristina Solaeche Galera.